Hay que apoyar a los libreros, nos dicen, y
eso es absolutamente cierto. Las librerías se han convertido en trincheras,
baluartes de un antiguo negocio que hoy es algo más, un símbolo de la cultura
tal y como la hemos conocido hasta ahora. Sus dueños se han convertido en
animadores, agitadores de la literatura, y sus vidas han cambiado tanto como
las nuestras. Ahora cuentan cuentos, dibujan murales, dominan las redes
sociales, hacen magdalenas en el horno de la cocina de su casa para invitar a
sus clientes y hasta cantan si hace falta. Todo por los lectores, esa casta
heroica que resiste a viento y marea en territorio hostil.
Hace un siglo, la literatura era la única
puerta hacia lo maravilloso que estaba a disposición de un porcentaje
importante de la población. Actualmente, cualquiera tiene en su casa seis o
siete puertas gratuitas y a todo color, que no requieren más esfuerzo que
sentarse en un sofá y apretar un botón. No piden mucho, tampoco lo dan, y sin
embargo es tan fácil usarlas que la imagen de cualquier persona que empuja la
puerta de una librería, solo o en compañía, para pasar media hora mirando las
portadas de los libros que reposan sobre las mesas, leyendo las contraportadas,
mirando las solapas, tomándolos entre las manos para calibrar su peso, su
espesura, su olor, escogiendo al fin el que va a llevarse a casa para
sumergirse inmediatamente en sus páginas, es una de las imágenes más conmovedoras
que hoy existen.
Los escritores, los
libros, las librerías no existirían sin lectores. Lo sé, y me alegro
infinitamente de encontrarme con ellos. La emoción de mirarlos a los ojos, de
uno en uno, compensa las habitaciones de hotel, los madrugones, los paseos a
medianoche por aeropuertos inhóspitos en pos del último vuelo, que siempre se
retrasa y siempre es el que estoy esperando. Tú no me conoces, me dicen de vez
en cuando al acercarse a la mesa, pero yo a ti sí, te conozco muy bien, y
llevan razón. Entonces recuerdo a todos los escritores a quienes yo conocí
cuando era una simple lectora, aquellos a quienes miraba de lejos en las Ferias
del Libro de mi juventud, y comprendo que soy una mujer muy afortunada, que
tengo mucha suerte, muchos motivos para estar agradecida a mi vida y a la de
todos los hombres, todas las mujeres que leen mis libros. (Almudena Grandes,
“Vivo en la carretera” en EL PAÍS SEMANAL,
15/10/2017)
CUESTIONES
1.
Haga un
comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las preguntas
siguientes: a) enuncie el tema del texto (0,5 puntos); b) detalle sus
características lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos);
c) indique qué tipo de texto es (0,25 puntos).
2.
Redacte un
resumen del contenido del texto. (1 punto)
3.
Elabore un texto
argumentativo a favor o en contra del poder de la lectura para fomentar la
fantasía. (1,5 puntos)
4.a
Analice
sintácticamente: Entonces recuerdo los
escritores que yo conocí cuando era una simple lectora. (1,5 puntos)
4.b
Defina el
concepto de sinonimia y proponga, al menos, dos ejemplos de sinónimos para la
palabra hostil. (1 punto)
5.a
El teatro
anterior a 1939. Tendencias, autores y obras principales. (2 puntos)
5.b
Comente los
aspectos más relevantes de la obra española que haya leído escrita entre 1940 y
1974, en relación con su contexto histórico y literario. (1 punto)
____________ CUESTIONES:
1.- Haga un comentario de texto del fragmento
que se propone contestando a las preguntas siguientes:
a) Enuncie el tema del texto (0,5 puntos)
Agradecimiento personal de
una escritora a los libreros y a sus lectores.
b)
Detalle sus características lingüísticas y estilísticas más
sobresalientes (1,25 puntos)
c) Indique qué tipo de texto es (0,25 puntos)
Se trata de un texto de género periodístico, un artículo de opinión
cuya modalidad discursiva es la argumentación y la exposición.
1.
Redacte un resumen del contenido del texto.
(1 punto)
Siempre
hay que estar al lado de los libreros. Hacen todo cuanto esté en sus manos por
los lectores. Han cambiado tanto como nosotros. Hoy, observar a alguien que
entra en una librería para acariciar un libro es sencillamente maravilloso. Sin
duda, para un escritor/a, es emocionante conocer de cerca a uno de sus lectores
porque ese hecho compensa los momentos difíciles del trabajo de escritor y
muestra su enorme agradecimiento a todos ellos.
2. Elabore un texto
argumentativo a favor o en contra del poder de la lectura para fomentar la
fantasía. (1,5 puntos)
3. Analice
sintácticamente: Entonces recuerdo los
escritores que yo conocí cuando era una simple lectora. (1,5 puntos)
1. Defina el
concepto de sinonimia y proponga, al menos, dos ejemplos de sinónimos para la
palabra hostil. (1 punto)
(Fotografía
anterior)
2. El teatro
anterior a 1939. Tendencias, autores y obras principales. (2 puntos)
3.
Comente los aspectos más relevantes de la obra española
que haya leído escrita entre 1940 y 1974, en relación con su contexto histórico
y literario. (1 punto)